Propongo que no demos ninguna foto por vencida. Hagamos lo siguiente: elegir la música, por ejemplo,
Apagar la luz del techo, beber algo, cruzar las piernas sobre el asiento.
Hacer clic en la carpeta donde archivamos todo,
desde
hasta
Mirarlas una a una fijamente. Lo que hay dentro y lo que hubo fuera del marco. Tragar un sorbo de vino si la herida se resiente, dar paso a las lágrimas que afloren, tocarnos los labios con los dedos.
Elegir de entre todas quince o veinte.
Volver a poner la música, y con ella, dejar que desfilen. Repetir. Dejar que hablen y cambien y revivan. Sigan escuchando. No tengan miedo.
Al poco seguro que descubren su ritmo.
11 comentarios:
Ahora ponme una canción que resuma qué hubo en medio de esos dos espejos, el del agua bendita y el otro...
Nota: obsérvese la cara de bebé asustado a puntito de explotar en un ataque de cólera...
(Jesús!)
Imagínate lo que pudo venir luego...
Me ha gustado mucho Vicky,
El ritmo, tú lo has dicho...
Un beso,
X.
Hay que tener valor para hacer eso. Yo, de momento, carezco del suficiente.
Pero un besote, de todos modos.
Ay Don Micro,
qué le puedo decir más que merece la pena,
y que otro besote, claro
¡y mucho ritmo pa Javi, que lo lleva dentro!!!!
Besos,
V.
Yo apuesto por los/las valientes. Creo que es bueno mirar atrás sin ira y sin pena, quizá con unas gotitas de nostalgia pero con la frente alta, siempre. Alegrándose de haber llegado hasta aquí. Aprendiendo de los errores.
Cada uno a su ritmo, que ya tenemos edad de empezar a encontrar uno que se adecue a nuestros pasos.
Me gusta tu melodía.
Que no falte la música.
besos con ritmo
Buf, demasiadas fotos, todavía no puedo hacer algo así... Me falta la última. Sería más fácil con la música...
descubrir el ritmo de cada una
es cosa lenta
asumir qué imágenes son la que desfilan y tropiezan
ordenar siempre requiere, primero, su desorden, su derrame
y no sé si me gusta verlo todo rebosando
Amén ETDN, aunque para gustos, los ritmos...
o la música...
son muchas las formas de plantar cara
(y ganar)
Verte siempr es un placer. Leerte, otro.
(las heridas se curan escribiendo).
Yo creo que es un gran ejercicio... Mirar desde fuera del marco, luego desde dentro. Hacer media aritmética de uno mismo y de su historia, y luego guardarla en un sitio que sepamos olvidar bien.
¿Y el rato de risas y de québienmelopasé?
Publicar un comentario