Quiero cerrar los ojos y escuchar cómo llueve. Pensar que ahí fuera, donde el mundo, está llegando el mar que prometiste.El que algún día.Quiero ampararme en las cosas que ya no dependen. Dormir la tristeza necesaria. No volver a mencionarme.Quedarme.Dejar que se nos lleve el agua.Dejar que se nos lleve.El agua.Y su maldita quimera.
12 comentarios:
Quiero, yo también.
No todos los sueños se diluyen en el agua. Los hay que se cumplen.
Y a veces la quimera es lo que nos ayuda a seguir. No hay que dejar de perseguirla, aunque parezca inalcanzable.
Me transporto en tu agua y tu verso.
bss
Yo diría uqe es mejor nadar, pero yo qué entiendo de esas cosas.
Espero que ese mar que llega venga tranquilo. Sino es mejor verlo desde la ventana...
PD: soy nueva por aqui y me gusta mucho tu blog. ;)
Joder,
¿Qué tendrá el sur que pare poetas como si no tuviera importancia? :-P
Me ha gustado mucho, sobre todo:
Dejar que se nos lleve el agua.
Dejar que se nos lleve.
El agua.
Muy buen ritmo.
Un beso,
X.
¿Qué tiene el sur? pues... dímelo tú!
Muchas gracias, amigos y viajeros.
Un abrazo gigante.
Y tiene que llover, tiene que llover, tiene que llover.
Y tiene que lloverte a cántaros. Por merecimientos propios.
Hacía mucho que no venía a tus jardines. Pero qué hermosura. Esta lluvia -casi me reconciliaría con la lluvia, qué eso! Y este estar.
Un abrazo muy grande, bonita.
Hay lluvias que nos traen el mar prometido.
Bastan unos ojos cerrados.
Y abandonarse a las aguas.
Y no a las nuestras sino a las del mundo.
A eso de fuera donde tanto llueve.
Donde tanta quimera nos habita.
Muy bello, Virginia.
Besos.
Yo también quiero.
Disculpeme la intromisión. Creo que andaba husmeando el blog de don Micro y llegué acá.
Este texto, muy justo para mí en estos días, me gustó mucho.
Un saludo.
Huy. Qué casualidad, la Dama Morella por aquí.
Daba Vi: la echamos de menos. Muy bien se lo debe estar pasando Usted para tenernos abandonados... Bueno, si es por eso, disculpada queda.
Per odenos una señal de vida que, como le digo, la echamos mucho de menos.
el agua, una quimera. tu agua, dos quimeras. mi agua, tres quimeras.
y así sucesivamente.
"El mar que prometiste"
Mientras leia este poema, me estaba viendo tumbada en mi cama deseando que la lluvia trajera el mar prometido. Ahora ya no puedo dejar de pensar en él.
Estupendo.
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