He leído uno a uno todos los poemas de entonces
aquellos que lanzábamos al aire
como pesadas balas de humo
sólo por el hecho
de lanzar
aquellos poemas
del grito y la convulsión
con los que inundamos las calles
y las ahogamos por completo
los de la primera herida en la primera carne
la que más duele
la que prueba su grosor
y se envilece. He leído
palabras escupidas, mordidas, ultrajadas
versos que jurábamos cumplir bajo pena de muerte
juramentos poéticos y alas
el éxtasis como único argumento
otra juventud perdida
que condenar por una boca
y entre sus labios
la promesa de sentir
tanto como un pulso pueda dar de vivo. He leído
que apostábamos dolor
cuando la otra opción era el olvido
que no hubo salvación para nadie
uno a uno, todos los poemas
arrojados por el ventanal de un tiempo
que nos enseñó a morder
a estar hambrientos
que nos hizo ver que volar es un derecho
que no está reservado a los cuerdos.
(A ellos y ellas, cuando lo fuimos)
7 comentarios:
lo que fue es
lo que es será
no sé...
o simplemente lo que fue explica lo que es
y lo que es explicará lo que será
o también puede que nunca lo lleguemos a comprender del todo (opción ésta mucho más cómoda, por qué no)
Besos,
Me llevó a principios de los ochenta, donde un amigo y yo que teníamos la costumbre de disparar poemas, nos reuníamos a veces para ver lo que hacíamos cada uno por nuestro lado. Fumábamos, bebíamos cerveza, y hablábamos por encima dela música de Dylan, Janis o cualquier otro, mientras jugábamos alguna vez al scalextric como si estuvieramos pescando. Luego salíamos a los bares malditos de la parte vieja y volvíamos cada uno a su casa por calles desiertas. Era como una conjura. Era la conjura. No sé si aquello fue y es, o explica lo que es, sólo sé que me alegro de haberlo vivido y de que mi mujer, años después, rescatara del un lugar perdido gran parte de aquellos poemas disparados. Eso me recordó que debía seguir escribiendo.
Era un poco después del principio del nuevo siglo...
(Pero nunca se sabe si esto acaba o si esto vuelve.)
Who knows...
He leído algunos de tus posts...
Me gusta mucho tu jardin privado, las palabras que cuelgan de las ramas, los capullos que comienzan a abrirse en medio del frío, tímidamente.
Celebro haber encontrado tu jardín. Vendré con frecuencia, saborearé los frutos que dejas al alcance de los que te visitan.
Un abrazo y un gustazo.
De hehco, volar lo tenemos prohibido los cuerdos.
Como lo oye.
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