No te hables de malezas crecidas
que no mueren
la caridad vuelve a un regazo vacío
y no importa
y si quieres
te muerdo el fruto más viejo
trago agujeros
ciegos
y hambrientos
para que en las raíces de mi estómago
trates de distinguir
entre huesos y delfines
y no puedas.
7 comentarios:
uf, vienes pisando fuerte, eh??
delfines!
ya te iba yo a hacer la pregunta de: qué pasa contigo, que ya no escribes o qué!
un abrazo!!!!!!!!!!!
Cruel y magnífica (fuerte, como dice Lara), vuelves.
¡¡¡Bienregresada!!!
Glub. Algo se atraganta y encoge el estómago. Pero es hermoso el desgarro.
distinguir
entre huesos y delfines
y no puedas
muy bueno
A veces queda sólo la maleza y se muere el amor.
No sé si el fondo de lo guardado dentro del que ama aclara el corazón al que lo ha perdido.
Quedo pensando.
Besos.
hola, rubia
jeje
Hola morena
je
No te había puesto nada porque he revuelto a este poema varias veces hasta que el ritmo duro que tiene no me hiciera no poder pensarlo.
Qué bueno.
Más.
Publicar un comentario