domingo, 29 de noviembre de 2009



Quiero volver sin haberme ido. Besar los charcos ahogados de luces. Apagar las luces que arriba deberían
verse.

Y sin embargo nada.

Si tal vez, como en un juego, tú
sin azar
sin rencor ni adversario
sin este bautismo diario que entregas y no sabes dónde
quedó, y como en un juego
me robaras la mano, la ley, la partida
las ambiciones pequeñas
y los mitos
las ansias con las que a veces olvido que arriba
siguen faltando esas luces, puede
que a cambio volviera
(qué decir de quedarme)
déjame
verte el rincón despiadado.
Quédate sin piedad.

Habla.

4 comentarios:

Microalgo dijo...

Si es sin piedad, tal vez mejor que no se quede.

Tal vez, qué sé yo, si estoy compuesto de una sola célula.

ETDN dijo...

Y digo: te echo de menos.
Y tus poemas siguen sacudiéndome.

bss

ybris dijo...

Sugerente: volver sin haberse ido para encontrar el rincón donde la`piedad no habita.
Tan difícil.

Precioso poema. Besos.

NáN dijo...

Copio el segundo comentario, el de ETDN. ¿Para qué decirlo de otra manera?