Recordarás el estallido seco de la tierra.
Te hundirás en ella con los pies abiertos
y soportarás,
con la razón amordazada,
el latido de su terco corazón,
terco.
Te hundirás en ella con los pies abiertos
y soportarás,
con la razón amordazada,
el latido de su terco corazón,
terco.