sábado, 18 de abril de 2009



Quiero cerrar los ojos y escuchar cómo llueve. Pensar que ahí fuera, donde el mundo, está llegando el mar que prometiste.


El que algún día.

Quiero ampararme en las cosas que ya no dependen. Dormir la tristeza necesaria. No volver a mencionarme.

Quedarme.

Dejar que se nos lleve el agua.

Dejar que se nos lleve.

El agua.

Y su maldita quimera.

sábado, 11 de abril de 2009




Las piedras callan y son de cemento
la ciudad desvaría
la piel de mis manos resecas al hueso
y la vida nadie sabe: fumo

rachas de frío sobre las flores de marzo

y vagamente lagrimeo, tiempo vago
distancias que atrapan la tarde
en cumbres como aquélla

nadie sabe: oigo


latidos que abandonan la tierra, sé vagar
todo piedra

trenzo ausencias poco dolidas
visito palabras que no dije antes.