Nada
absolutamente nada
pero al menos la tarde
o la lluvia
o por ejemplo tú
o nada ni estas líneas
que no me igualan
los huesos
ni me duermen
por mi nombre ni me arrancan
de estas teclas ni pueden dejarme
atrás
contigo
ni encalar
las paredes pintadas del tiempo
para que no dijeran nada
nada
ni siquiera otro poema
nada
menos la vida desnuda
escapándose de ti
tú piel de letras heridas
de plástico en los dedos y ya no
me quede
nada.