sábado, 18 de abril de 2009



Quiero cerrar los ojos y escuchar cómo llueve. Pensar que ahí fuera, donde el mundo, está llegando el mar que prometiste.


El que algún día.

Quiero ampararme en las cosas que ya no dependen. Dormir la tristeza necesaria. No volver a mencionarme.

Quedarme.

Dejar que se nos lleve el agua.

Dejar que se nos lleve.

El agua.

Y su maldita quimera.