Es mi aliento lo que empaña esta noche
la luna menguada
sus paseantes
lo que no impide la música.
Es mi mano la que tiembla por mi frío
la que habla por mí
cuando acaricia y castiga
cuando es menos mía
y se detiene
por aquellos que se besan tras un vaho
que desprendo para nadie
que azul
tan breve
y aun perdido existirá
irá a parar a alguna parte.