martes, 17 de junio de 2008


Y si nunca terminan de romperse

los elásticos de piel

que te clavan al muro sigues

tirando y lo demás

ya sabes

se agrieta

y repiquetea

y si otra vez

te desertaste

la cabeza hincada en los hombros

y bajando

plomo tragado contenido y si no

se te renueva el aire y te quedas anclada

en el empeño y aun así

no te muere la fragilidad

hasta que llegue el día

en que

te hayas

muerto

tú,

qué esperabas.

2 comentarios:

carmen moreno dijo...

El/la interlocutor/a podría responderte: sólo esperaba que lo entendieras.

Un gusto oírte.

ybris dijo...

No sabemos nunca qué es lo que esperamos cuando las cosas suceden de un modo imprevisto.
Sólo sabemos que esperamos.
Que no es poco.

Besos.