lunes, 21 de junio de 2010



Y no hallé nada al final
del instrumento de cuerda
que había cumplido su promesa.

Yo quería decir silencio en una primavera muda
y que no me doliera.


6 comentarios:

Reb dijo...

Que no te duela el silencio, aunque parezca doloroso sin el blanco, sin la nada, sin el silencio no podríamos percibir/valorar la intensidad de algunas voces que llegan a nuestras vidas. Es como el color que no se percibe dentro de la oscuridad o el susurro que se pierde en medio del barullo. A estas alturas, decir silencio es de sabios. Sin él nunca escuchariamos las mejores vocecillas!!!
un besazo!!!!

Lara dijo...

el otro día pensaba que hacía tiempo que no veía por aquí

un atardecer

una palabra de silencio.

¡gracias!

besos

Virginia Barbancho dijo...

Os he dicho alguna vez lo preciosisimas que sois?

Besos a pares!!

ETDN dijo...

Como dice Reb, a menudo el silencio, incluso el dolor, son la antesala de la música y la felicidad por venir.

besos, rubia

Anónimo dijo...

El silencio sólo sienta bien cuando se da, nunca cuando se recibe con la intención de mostrarse indiferente. Se sobrevalora frente a una palabra amable

Microalgo dijo...

¿Se le puede exigir más a quien ya ha cumplido sus promesas?